Afrodita diosa del amor vs. Cronos Titán del Tiempo (Batalla Elemental)

Las cartas habían sido jugadas, algunos dioses habían declarado la guerra a los titanes, y ella como representante durante esa época de los humanos debía enfrentarse a aquél que había dado vida inclusive a los dioses que la vieron nacer. Estaban en la entrada al tártaro, todo estaba oscuro, a duras penas podía observarse unos metros más adelante del cuerpo; podían observarse furiosos rayos serpenteantes caer frecuentemente alrededor de lo que se convertiría en un campo de batalla.

Cronos…

Dijo una voz femenina mientras un poderoso destello dorado aparecía en la entrada al Tártaro, la luz fue tomando forma dibujando la hermosa silueta de una mujer; se dejó ver un largo cabello rosado suelto moviéndose violentamente detrás de la espalda de aquella que enfrentaría al titán del tiempo; su cuerpo fue apareciendo, dejando ver su curvilínea figura cubierta por un delicado vestido blanco, ceñido en su cintura por un corsé de oro con una esmeralda incrustada en la mitad del artefacto que usaba la mujer; un par de ojos tan celestes como el cielo se dejaron ver finalmente deslumbrantes en aquella terrible oscuridad.

Me presento ante ti…Afrodita la diosa olímpica del amor…

Su cuerpo seguía brillando en un poderoso color dorado disipando la oscuridad que intentaba consumirla, sus ojos se afilaron observando hacia el frente esperando la aparición del rey de los titanes; sabía que él tenía conocimiento de su presencia ahí y sabía el motivo por el que estaba ahí; había ido para enfrentarlo, para darle un brillo de esperanza a la humanidad que había prometido proteger.

Se que ya lo sabes…aparece frente a mi…y enfrentémonos para definir lo que las Moiras han escrito en sus pergaminos…

Dijo alto, en tono seguro y serio aquella hermosa mujer mientras aumentaba la intensidad de su cosmos siendo este hasta amenazador; aunque no pareciera, aquella diosa, era capaz de una gran destrucción, inclusive su propio padre durante la mitología la había llamado la destrucción al ser ella una de las que provocó la larga guerra de Troya.

La batalla entre el Tártaro y el Olimpo al fin había dado comienzo, Eón señor y deidad del tiempo se encontraba en la entrada principal de su magnifico castillo situado en el centro de aquella gran prisión. Con un leve suspiro se sintió entristecido debido a la lucha que estaba a punto de dar comienzo. Afrodita, diosa del amor había ido sola a aquel lugar alejado de toda luz para enfrentarse a Cronos. Saliendo del castillo Eón sintió la voz de la diosa olimpica como si estuviera a su lado, su pueblo se encontraba confuso debido a aquel brillo que se encontraba fuera de los límites en los que podían habitar. Deteneniendose ante sus fieles, Eón agachó la cabeza apenado.

- Pueblo mío, el día que estábamos esperando al fin ha llegado, hoy se decidirá el destino de nuestra gente, el futuro que esperábamos se decide hoy...pero la victoria no será completa...en lugar de Zeus ha venido Afrodita, diosa olimica del amor...un rival digno igualmente que será capaz de sacarnos de este infierno...

Los murmullos entre los ciudadanos del Tártaro se hicieron de notar enseguida, el desacuerdo de todos era evidente, sin embargo, Eón solo podía hacer una única cosa, luchar por los suyos.

- Os ruego que os quedéis aquí, yo abriré las puertas al futuro que tanto ansiáis, yo haré brillar el sol resplandeciente que necesitáis y queréis para vuestras vidas.

Sin tiempo a oír las quejas, Eón desapareció en una leve oscuridad dejando a sus paisanos solos y llenos de dudas. En segundos se encontraba delante de la diosa del amor.

-Afrodita, encantado de verte después de tanto tiempo. Estas extremadamente hermosa, aunque claro...cuando no lo has estado.

Cogiendo el monóculo y tirándolo al suelo, Eón prosiguió hablando.

- Sabes, parece ayer cuando naciste del mar debido al pecado por el que me encerraron, parece mentira que tú precisamente te encuentres aquí para combatirme. Sin embargo, no intentare persuadirte, tu tienes tus motivos, yo los míos.

El ambiente se encontraba tenso, sin embargo, en la mente del dios aún se encontraban los gritos de su pueblo pidiendo su ayuda.

La diosa se sorprendió escuchando el tremendo clamor del pueblo que Cronos intentaba proteger; los titanes, aquellos que habían traído vida, pero también destrucción al mundo antes que los mismos dioses del Olimpo fueran engendrados; pero los cuales se condenaron al encierro eterno por su egoísmo y temor; sus mismos hijos habían encontrado la forma de separarlos del mundo, quitándose un temible peligro de encima.

Yo también…lo recuerdo como si fuera ayer…el océano fue testigo de mi nacimiento…y también de vuestro encierro

Dijo la mujer en su suave y dulce voz con un tono sensual tan característico de ella; el brillo se hacía cada vez más intenso a su alrededor haciendo más tenso el ambiente alrededor de ambas deidades que por primera vez en la historia se enfrentarían. Su largo cabello se movía incesantemente detrás de su espalda dejando ver su extensión y brillo.

Cronos…tu ofrecéis una libertad a vuestro pueblo…que fue negada hace miles de años por vuestra propia mano…y pretendo mantenerlo así…no por mis padres…no por mis hermanos…

Dijo la mujer observando al joven que tenía frente a ella ocultando toda la vida que cargaba tras de sus hombros. Estaba decidida, pocas veces se la había visto retroceder ante una decisión y esta era de una de las comunes veces en las que diosa no daría su brazo a torcer; si debía luchar por lo que ella creía lo haría, no importaba a quien le tocaría enfrentarse.

Lo haré por los humanos a los que he jurado proteger tras la partida de Athena…ahora…yo soy su guardiana…-Pronunció la hermosa mujer mientras su cosmos se elevaba aun más fuerte a su alrededor.

Aphrodite…ocean

Susurró la mujer provocando que de pronto la bruma empezara a desvanecerse debido a la energía de la diosa, haciendo que todos los átomos de hidrógeno se vayan juntando frente a su cuerpo formando la figura de una mujer de agua que se mantenía quieta en la posición en la que fue invocada; casi tenía la misma figura que la diosa Afrodita por lo que esta quedó oculta tras la cantidad de agua que había logrado invocar.

Νερό γεννήθηκε, τηνπραγματοποίηση αυτής κηδεμόνα σου ... πάει ... καικαταστρέφει όσους επιθυμούν να βλάψουν την κόρη της θάλασσας

Dijo la mujer en su lengua materna, provocando que la mujer acuática que estaba frente a ella saliera expulsada hacia delante donde se encontraba el titan del tiempo, creando tras de sí un poderoso tsunami que amenazaba con destruir todo lo que estuviera a su paso.

Técnica utilizada:
Aphrodite Ocean (Agua) 10 pts.

Spoiler:

Traducción:

La conversación entre ambas divinidades dejaba entre ver los sentimientos que bañaban los corazones de ambos, dejaba entre ver las ganas de ayudar a los suyos una vez mas, de demostrar que jamás se equivocaron al poner su fe ciega sobre ellos. Cronos se encontraba de pie, inerte frente a Afrodita, la diosa del amor seguía contradiciendo las palabras del señor del Tiempo, palabras que surgían de lo mas profundo de su ser, de lo mas profundo de cada ser bajo el mandato de Cronos.

-No lo entiende....ninguno lo entiende...nos encerraron aquí por vengar a la madre tierra...en este infierno eterno donde mi pueblo vive apenado y temeroso....No....no pueden entenderlo, ellos ven la luz del sol cada día, su brillo, su calor....no saben que es vivir con miedo, con la incertidumbre de que pasara mañana....Yo...Cronos, señor del tiempo....tengo la misión de salvar a mi gente....de hacer brillar una luz que les fue robada injustamente...y si para ello debo matar a aquellos seres que nacieron de mis actos así lo haré...nadie se atreverá jamás a oponerse a mí....yo, que controlo las arenas del tiempo como si de un océano se tratase..decidiré el final de esta batalla....
Aún con la tristeza en la mirada, Eón observó como el agua llegaba hasta su cuerpo mortal, las aguas atraídas por Afrodita, aguas que representaban el momento de su nacimiento. Tras levantarse ignorando al dolor que su envoltura humana le ofrecía, Cronos miró de nuevo a la deidad del amor.

-Sabes, resulta irónico como algunos piensan que jamás puedes morir dos veces, sin embargo...yo muero cada vez que mi pueblo me suplica ver la luz de un mañana mejor....la luz de un futuro que les fue negado por mis propios hijos...No te pido que lo comprendas Afrodita, solo te pido que lo dejes estar. Vete de mis dominios, ya que si no vienes a ayudar a mi causa, jamás seras bien recibida aquí...

Detrás del titan surgieron entonces tres grandes esferas de distintos colores, mientras la dynamis de Eón comenzaba a soltar energía, dos de las tres bolas desaparecieron dejando una sola de color gris.

-Ven a mí, dragón de perla, que el enemigo tema tus alas y sienta la ira de mi pueblo caído, provoca con tu rugido la visión de nuestra vida diaria, del castigo injusto al que fuimos condenados....

Cerrando los ojos por pura tristeza y frialdad, Eón dejó que su ataque diera comienzo.

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HP: 50 -10 = 40

Técnica Ofensiva:

Spoiler:

Podía verse el dolor en sus ojos; comprendía perfectamente el sentir de los titanes, pero también comprendía su misión ahí, sabía que sería castigada más adelante por su osadía de levantar la mano contra los titanes; el simple hecho de haberse atrevido a ir a donde los prohibidos se encontraban ya significaban un terrible castigo para ella; pero aun así, estaba decidida, no daría marcha atrás. Observaba al titán con sus intensos ojos celestes mientras era golpeado con violencia con las olas de su poder; podía verse como intentaba no sucumbir ante su ataque aunque sus efectos empezaban a notarse.

Cronos…yo si veo la luz siempre…de hecho…pero debes recordar…que fue por ti…que los dioses decidieron encerrar a tu pueblo…

Dijo con dureza pero así mismo con realidad, según el mito, Cronos al saber que sus hijos lo sentenciarían a quedar de lado en el mapa divino se había comido a cada uno de sus descendientes; con excepción de Zeus, a quien Rea había cambiado por una piedra con pañales para que su esposo lo pensara uno de sus hijos y se comiera la piedra en vez del recién nacido, este se comió la piedra y Zeus en un ataque de su poder sentenció a Cronos y su pueblo a una vida sin luz, de encierro, en venganza de lo que había hecho.

El temor de perder el poder que habíais manejado durante tanto tiempo…condenó a todo vuestro pueblo a una eternidad de lamentos…

Sentenció la mujer antes de recibir el temible ataque del dios de los titanes; la tierra empezó a levantarse furiosa destrozándose por la cataclísmica bestia que Eón había invocado; los ojos de la diosa se abrieron de par en par y sin poder defenderse de aquél terrible poder, no pudo evitar doblarse del dolor, haciendo que su sedoso cabello se resbalara por sus hombros hasta casi tocar el suelo; apretó con fuerza sus ojos evitando ver el horror del dragón nigromante invocado por Eón; sentía su cuerpo temblar, estaba sin lugar a dudas aterrada podía sentirlo en su cuerpo tembloroso.

No deberíais prometer cosas que no puedes cumplir…Pero intentaré…prometer yo…algo a los que protejo ahora…

Dijo irguiéndose lentamente sintiendo su cuerpo aun temblar, observando con fiereza a aquél que era el inicio de los dioses; se colocó completamente de pie en un porte elegante y sutil sin despegar su mirada de él; la bruma de pronto empezó a agitarse entre ambos seres mientras el viento empezaba a arremolinarse entre ellos.

Pero si gustais…daré a fin a vuestro dolor…The goddess Llulaby

Susurró la mujer suavemente empezando a entonar una hermosa melodía que cambió el color de la bruma a una neblina blanca llena de luz, inundando todo el lugar conforme su canción se hacía más alta y fuerte.

Pv=60-9=51
Técnica utilizada:
The goddess Llulaby (Sonido) 10 pts.:

Afrodita junta sus manos sobre su pecho y cierra sus ojos entonando una dulce canción que solían cantar sus sacerdotizas y sirvientas para invocarla provocando que el campo de batalla se llene de pequeñas luces de diversos colores mientras que dan un aspecto más ameno y sutil al lugar desplazando la atención del oponente en el adormecimiento sobre su cuerpo mientras su sistema nervioso va desvirtuándose causándole colapsos al mismo afectando sus funciones celebrales.

La diosa parecía entender los sentimientos del titan del tiempo, a pesar de eso, esta no daba su brazo atorcer, no se iría dejando de nuevo a Cronos en su soledad habitual, en lugar de eso seguiría luchando por los suyos, sin saber quizás que el verdadero enemigo de Eón no eran los humanos que habitaban la Tierra si no su propio hijo que una vez le desterró a aquel lugar. Con ínfima satisfacción, Cronos observó como su ataque dejaba en jaque a Afrodita por unos segundos, obviamente al tratarse d una divinidad la dama se recuperó en cuestión de segundos.

Sin responder a las palabras de la joven deidad nacida del mar, Eón elevó la cabeza mientras escuchaba la voz de su rival entonando una canción llena de sentimiento y fuerza a la vez. El dolor entonces actuó sobre Eón, sentía como su sistema nervioso comenzaba a atrofiarse, por suerte el ataque cesó, el dios del tiempo soltó un leve quejido de dolor antes de mirar a los ojos a Afrodita.

-No entras en razón...eres igual que mis hijos, no...tu eres peor...tienes la evidencia delante de ti y no quieres admitir que Zeus obró mal...

Eón estiró la mano formando una bola con su energía vital, en aquella bola se podía observar el sufrimiento del pueblo de Cronos, se observaba a los niños y adultos llorar por la injusticia cometida en el pasado. Eón apartó la mirada de aquella imagen mientras otra de aquellas grandes bolas se detenía a su espalda, esta vez una de color blanco.

-Te niegas a pensar en la inocencia de mi pueblo, tergiversas mis palabras para usarlas en su contra...yo no quiero mi libertad, jamás la he deseado...solo quiero que ellos, que me dieron fuerzas cuando fui desterrado vivan como humanos normales en un mundo rebosante de luz. Mis titanes y yo estaríamos conforme con ellos....el castigo nos fue impuesto a nosotros, a mi....no a mi gente....ellos solo son culpables de creer ciegamente en alguien como yo....

Mientras terminaba de hablar, la bola se disolvió dejando ver la figura de un león de tamaño gigantesco.

-Armadura de ámbar, provoca con tu rugido la luz que tanto ansiamos, la luz que mi pueblo desea desde la era mitológica...muestra con ella nuestra ansia al rival...
Sacando del bolsillo un reloj plateado, Eón se negó a observar las consecuencias de su ataque.

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HP: 40 -10 = 30

Técnica Ofensiva:

Spoiler:

Sus ojos se abrieron de par en par al observar como el gran poder del titán empezaba a tomar forma frente a ella; sintió sus piernas temblar, casi sintió deseo de salir corriendo de ese lugar, pero, algo, quizá el horror la había dejado paralizada; simplemente había dejado de percibir sensación alguna, por lo que podía sentir el rápido palpitar de su corazón que le pedía a gritos que saliera de ese lugar, cuando menos de la trayectoria de lo que se vendría encima.

Aquella esfera blanquecina se reventó dejando pequeñas esquirlas de luz que flotaban en el campo de batalla, un efecto que calmó provisionalmente a la diosa, pero que, era el precedente para algo mucho peor; elevó su rostro y pudo observar a la gloriosa figura de un león increíblemente grande que con gran majestuosidad se mantenía erguido de pie detrás del titán, observándola con sus profundos ojos dorados para luego abrir su hocico y dejar salir un poderoso halo de luz que la diosa intentó esquivar; sin éxito alguno; el león fue más rápido que su movimiento, por lo que, al intentar correr hacia el lado izquierdo del ataque fue golpeada con violencia elevándola en el aire destrozando parte de la zona baja de su vestido dejando al descubierto parte de sus piernas; su cuerpo se arqueó hacia atrás mientras volaba en el aire; sus labios separados, como si gritara, sin emitir si quiera un sonido; no tenía voz, el dolor iba más allá de su capacidad de recuperarse.

Vigne…de rose

Sonó finalmente la voz de la diosa, haciendo que de las entrañas de la tierra salieran poderosas enredaderas que amenazaban con destrozar el campo de batalla, inclusive el mismo reino de Cronos podía verse en peligro; las imponentes plantas se elevaron hacia el cielo, enredándose entre sí mismas algunas de ellas y otras aprisionaban el cuerpo del titán, dejándole sentir sus grandes efectos.

Afrodita por su lado reventó contra el suelo, sintiendo un terrible dolor recorrerle todo el cuerpo, podía sentir algunas heridas sobre su piel, haciendo que su sangre manara generosa de aquellos cortes y quemaduras, manchando su delicado vestido blanco; su corazón no dejaba de latir a mil por hora, además del horror del ataque, el dolor que sentía sobre esa zona en específico de su cuerpo.

Tu…no…hiciste nada…por liberarlos…ni evitar…este destino

Decía con dolor la mujer mientras intentaba levantarse, mientras observaba como su ataque intentaba devorarse vivo al titán del tiempo, como si estuviera ávida del cuerpo de aquél ser que le había hecho tanto daño a la deidad; de pronto, de las enredaderas empezaron a nacer hermosas rosas de color rojo intenso.

Pv=51-9=42

Técnica utilizada:

Spoiler:

Electron Teru alcanzó de lleno a la deidad del amor, pero esta, lejos de rendirse atacó incluso segundos después de ser golpeada. La sorpresa fue tal que el reloj plateado cayó al suelo mientras decenas de enredaderas surgidas a partir del cosmos de la diosa apresaban a Eón. Aquellas plantas parecían querer acabar con la deidad del tiempo allí mismo, el dolor era insoportable y la sangre comenzó a gotear tiñendo las plantas de un color carmesí, la sangre recorría el tallo enrevesado de la planta llegando hasta el suelo.

En el semblante del Cronos se observaba como este intentaba ocultar el dolor que soportaba su cuerpo sin llegar a conseguirlo, su boca se abrió de golpe, como si intentará gritar para desahogarse,mas la voz no salió. Explotando su cosmos, Eón consiguió al fin librarse de aquellas cosas, su cuerpo cayó de bruces contra el suelo teñido de rojo. Tras unos segundos sin moverse, el titan se reincorporo mientras varios pétalos de rosas rojas volaban por el campo de batalla, a la espalda del señor del tiempo se encontraba aún la puerta de Tártaro, esta permanecía impasible y poderosa ante la batalla, neutral espectadora contenía al pueblo de Cronos en el otro lado, el clamor de su pueblo le conmociono haciéndole mirar a aquel oscuro cielo infernal.

-No tienes derecho...ninguno de vosotros tenéis derecho a hablar así de mi pueblo...ni de mi ejercito... No pude hacer nada...me negasteis toda oportunidad....¿¡QUE QUERÍAS QUE HICIERA?!

La sangre brotaba del cuerpo mortal de ambas deidades, con tranquilidad, Eón cogió el reloj del suelo, este se había roto al caer al suelo, apretándolo en la palma de la mano, Eón apartó la mirada de aquella mujer.

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HP: 30-10 = 20

Su respiración se hacía cada vez más complicada, sentía un terrible dolor recorrerle el cuerpo haciendo que a duras penas pueda llenar sus pulmones de aquél elemento vital; se puso de pie solemne aunque algo temblorosa, el dolor iba más allá que el mismo control sobre sus sistemas. Su vestido roído por el último ataque, intentaba seguir cubriendo el cuerpo de la diosa; a duras penas si podía mantenerse en su curvilínea figura dejando ver así las profundas heridas que aquellos temibles poderes estaban dejando sobre su piel de seda.

Cronos…

Susurró con dolor al ver la reacción del titán ante lo que estaba sucediendo, sentía impotencia, por no poder liberar a aquél pueblo que lo seguía tan fehacientemente condenándolo al mismo destino que él cuando Zeus decidió encerrarlos por la eternidad; no pudo evitar sentir su corazón sobrecogido ante la imagen que daba el titán; se acercó a él, sintiendo como sus ojos temblaban llenos de tristeza, era una diosa juguetona sí, pero también poseía un corazón bastante sensible ante las cosas.

Eón…No te digo…ni recrimino que no hicierais nada…después de todo, fue algo que pasó de forma violenta y sin previo aviso…pero…

Susurró la mujer hasta quedar lo suficientemente cerca a él como para que notara la sangre que corría por sus mejillas, acuclillándose a su lado para poder observarlos directamente a los ojos; podía ver la tristeza que había sentido con anterioridad tatuada en sus ojos como si se la hubieran marcado al rojo vivo en la piel; pero, estaba segura, que si el titán intentaba hacer algo serían los humanos los que saldrían más perjudicados.

Hay…dos cosas que debo deciros…antes de continuar la batalla y quiero que la recapacites bien…Eón…en primer lugar, si llegarais a ser libre…tú y tu pueblo…buscarían la venganza sobre mi padre por el tremendo daño que os ha ocasionado…dicha decisión traerá para los humanos…un desastre de magnitudes cataclísmicas…que podrían terminar por destinar a aquella raza…a una desaparición que ellos mismos no se han buscado…se verían involucrados sin si quiera saber el motivo por el cual el universo los está llevando a un fin tan fatídico…y eso…es algo que no pienso evitar

Decía la mujer gentilmente, mientras por su cabeza atravesaban las imágenes de las terribles consecuencias de los enfrentamientos entre los titanes y los dioses; podía casi escuchar el llanto desconsolado de los humanos al ser afectados por la colisión de ambos bandos.

Y en segundo lugar…¿si tanto criticas a Zeus por sus acciones…tu crees…que lo que os mencioné con anterioridad…no os haría idéntico a él?

Dijo sentenciando la diosa hacia el titán observándolo con atención y un tanto de severidad en sus ojos. El viento nuevamente acariciaba con suavidad a ambos seres que se enfrentaban uno al otro.

Pv=42

Eón guardó el reloj en el bolsillo de la chaqueta roída y destruida. Su vestimenta blanca se encontraba ahora teñida de rojo, rasgada y sucia debido a la cruenta batalla que hasta el momento habían llevado a acabo ambos seres divinos. Con tranquilidad, Cronos escuchó todo lo que Afrodita tenía que decirle, cierto era que había malgastado mucho tiempo en odiar a Zeus, había gastado muchas energías en darle algo a su pueblo que jamás obtendrían. Negando con la cabeza, Eón levantó la mirada reteniendo así las lágrimas que se amontonaban en sus ojos al pensar en su gente, con lentitud se dio la vuelta parándose justo delante de la puerta del Tártaro.

-Después de todo este tiempo no me importa realmente ser igual que mi hijo.... la historia tiende a repetirse continuamente, y cuando el oráculo me dijo aquello...supe de inmediato que acabaría desterrado hiciese lo que hiciese...yo maté a mi padre...¿por qué mis hijos no pudieron hacer lo mismo conmigo...?

Recapacitando sobre las palabras anteriormente pronunciadas por la muchacha de cabellos rosas, Eón no pudo evitar soltar una carcajada irónica.

-La raza humana....exterminada sin motivo...¿no te resulta familiar?...personas con sueños, que de repente se ven envueltas en una guerra que ellos no eligieron, en una batalla que los destierra para siempre por el mero hecho de tener fe en nosotros, los dioses...

Con lentitud, Eón se dio la vuelta hacía Afrodita.

-No me convencerás...si de verdad quieres detenerme...matame aquí y ahora....atacame con tu mayor técnica pues yo haré lo mismo...

La batalla continuaría en breve y solo era cuestión de tiempo que uno de los dos muriera frente a aquella gran puerta.

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HP: 20

La diosa no pudo evitar suspirar poniéndose de pie, cerrando sus ojos mientras caminaba lentamente hacia el lugar donde había aparecido momentos atrás; el viento empezó a acariciar con lentitud su cabello rosa haciéndolo bailar lentamente tras de su espalda; sus hombros parecían elevarse y descender despacio en un rítmico movimiento que llenaba sus pulmones de aire; el sonido de los pliegues de su vestido desgarrado acariciando su cuerpo hacían que el silencio que había guardado la mujer por esos instantes dejara de existir.

Sabes…ahora entiendo a Athena…y me doy cuenta que los inmortales somos realmente tontos en las cosas

Dijo la mujer finalmente mientras volvía su mirada hacia el titán que había quedado detrás de ella; se sentía terrible de tener que levantar la mano a alguien a quien llegaba a entender, pero que a la vez, gracias a quien, se podía dar cuenta de lo ciega que había sido durante tanto tiempo, esas palabras que él le decía, en otras ocasiones se las había repetido ella misma para taparse los ojos de la realidad mientras veía como masacraban a los humanos.

Tu ves solo por tu pueblo…yo lo veo por el mío

Dijo girando su cuerpo de medio lado para darle una mirada por primera vez helada a Eón, podía verse su malestar, no era del tipo de personas que lograba ocultar sus sentimientos y en ese preciso instante apareció tras del cuerpo de la deidad una gigantesca esfera que reburujaba con lava ardiendo; se podía sentir el calor de sus abrasadoras llamas inundar el campo de batalla.

Veo que…cualquier intento por intentar convenceros…será en vano…así que…os entrego…mi planeta…Venus Destruction

Exclamó mientras blandía su brazo derecho con fuerza frente a su cuerpo haciendo que aquél gigantesco planeta saliera en dirección hacia Eón a toda velocidad, destruyendo todo el campo de batalla en su transcurso. La fuerza con la que iba hacia el titán aquél cuerpo celeste hizo que inclusive el reino que se encontraba tras del titán del tiempo chillara de terror.

Pv=42

Técnica Utilizada:

Spoiler:

Habilidad utilizada:
Impacto Directo

Eón bajó la vista una vez mas, la batalla continuaría pronto, Afrodita no se retendría aunque Cronos no hiciese nada. Las fuerzas del titan estaban al límite y probablemente no aguantaría muchos golpes más. Oír su parte la deidad del amor parecía estar agotada pero su enorme cosmos aun bañaba el lugar dejando en nada el del señor del tiempo.

De nuevo, otro ataque por parte de Afrodita golpeó a Cronos, esta vez se trataba de una técnica ígnea, al parecer la deidad olímpica era capaz de crear un planeta lleno de lava y magma, planeta que impactó sobre el cuerpo del titan lanzandolo hacia atrás haciendo que chocase con la enorme puerta del Tártaro. Cuando el ataque hubo finalizado, el enorme planeta se extinguió dejando ver el cuerpo del titan, este se encontraba aún sentado apoyado en aquella muralla infranqueable, su cuerpo se mostraba masacrado, sus ropas se encontraban en calcinadas mostrando el torso herido del titan. Su rostro se encontraba bajo, su mirada perdida, mientras la sangre brotaba de su cuerpo.

-Una vez más....la injusticia acaba con los nobles que una vez desearon lo que por herencia les pertenece...Has ganado este combate...aún podría seguir luchando..y morir en nombre de mi pueblo, pero, alguien debe luchar por ellos dentro de años y años...tal vez la próxima vez los roles se inviertan Afrodita, diosa nacida de la sangre de mi padre... Y no te fíes de tu aliados...naciste de un pecado, eres parte de ese acto...Esperare junto a mi gente...a mis guerreros que mi fuerza vuelva a la normalidad...al fin y al cabo, que es la eternidad para el señor del tiempo...

Una vez acabó de hablar, el cuerpo de Cronos atravesó la gran puerta dorada quedando encerrado de nuevo en el Tártaro. Una vez mas la Titanomachia había finalizado con los titanes encerrados en el infierno, solo que ahora, varios dioses se sumaban a la lista negra del tiempo.

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HP: 10